Entre la emoción y la frustración: Newell’s no pasó del empate ante Tigre en el Coloso

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El Rojinegro empezó perdiendo con un gol de Ignacio Russo, que se lo dedicó a su padre, y lo igualó con Facundo Guch. En el segundo tiempo, los dos se quedaron sin ideas.

Newell’s Old Boys volvió a dejar pasar una oportunidad en el Coloso Marcelo Bielsa y empató 1-1 ante Tigre, en el inicio de la fecha 12 del Torneo Clausura 2025.

El partido tuvo un inicio cargado de emoción: Ignacio Russo, quien decidió jugar pese al fallecimiento de su padre, Miguel Ángel Russo, marcó el gol de la visita y se lo dedicó entre lágrimas. Minutos después, Facundo Guch empató para la Lepra, pero el equipo no logró sostener el envión y terminó envuelto en silbidos.

Gol y homenaje

El encuentro comenzó trabado, sin grandes emociones, hasta que una corrida de David Romero rompió la monotonía: el delantero desbordó por la derecha, dejó atrás a Luciano Lollo y asistió a Russo, que solo tuvo que empujarla.
El gol fue más que un tanto: fue un homenaje. El delantero, que había llegado horas antes a Rosario tras despedir a su padre, no pudo contener la emoción.

Newell’s reaccionó rápido. Luciano Herrera desbordó y asistió a Facundo Guch, que definió con decisión para el 1-1. El grito fue una descarga y un mensaje: desde las tribunas bajó el clásico “poné a los pibes”, doble pedido al cuerpo técnico y a la dirigencia.

Un segundo tiempo sin respuestas

En el complemento, Cristian Fabbiani movió el banco: salieron Lollo y Banega, ingresaron Salcedo, Gómez Mattar y Jerónimo Russo, buscando aire fresco y algo de juego. Pero la Lepra volvió a quedar atrapada en su propio desconcierto.

Solo sobre el final se animó: Zenobio le tapó el gol a Gómez Mattar y Charly González hizo ilusionar al Coloso con un cabezazo que movió la red por afuera.
Los silbidos de despedida, especialmente dirigidos a algunos referentes, marcaron el clima del cierre.

Entre la decepción y el pedido de cambio

El empate 1-1 deja a Newell’s en el fondo de la tabla y sin objetivos deportivos concretos para el semestre.
La imagen final fue la de un equipo que sigue sin encontrar juego ni reacción, y de un estadio que, otra vez, pidió por los chicos mientras los grandes se retiraban entre reproches.

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