Argentina brilló en el Sudamericano Juvenil con 70 medallas y Agostina Hein fue la gran figura
El equipo nacional se destacó en Río de Janeiro: obtuvo 70 medallas, fue campeón en la rama femenina, subcampeón en la masculina y batió el récord histórico de oros. Hein ganó 11 preseas.
La natación argentina vivió una semana inolvidable en el Sudamericano Juvenil de Deportes Acuáticos, celebrado en Río de Janeiro. La delegación nacional conquistó un total de 70 medallas y se subió a lo más alto del podio en la rama femenina, además de lograr el segundo puesto entre los varones.
Con 29 medallas de oro, Argentina superó su récord histórico de preseas doradas y confirmó su excelente presente en la formación de jóvenes talentos.
Agostina Hein, la estrella del torneo
La campeona mundial junior Agostina Hein fue la gran figura del equipo: se llevó seis medallas doradas en pruebas individuales —200m libre, 200m mariposa, 200m combinado, 400m libre, 400m combinado y 800m libre— y sumó además dos oros y tres platas en postas, alcanzando un total de 11 medallas.
Hein, de apenas 16 años, fue distinguida con el mejor índice técnico de su categoría, ratificando su condición de referente del futuro de la natación argentina.
Récords y nuevos nombres en el podio
El equipo argentino también rompió ocho récords nacionales de relevos, nueve de categoría y un récord absoluto de mayores.
Las actuaciones destacadas de Catalina Dos Santos, Cecilia Dieleke, Laila Chain, Liz Dos Santos, Malena Santillán, Mateo Mayer, Emilia Bisio y Federico Bottos completaron la notable cosecha dorada.
Además, Catalina Díaz, Artur Augusto, Catalina Acacio, Guadalupe Angiolini, Agustín Aballay, Matías Chaillou, Thiago Pizzini, Renata Moscato, Sofía Garcés y Mateo Fontana aportaron medallas en distintas pruebas, consolidando una delegación con gran proyección.
Un equipo que hace historia
Argentina cerró su participación como una de las potencias del continente, con una generación juvenil que promete continuidad y crecimiento.
La actuación en Río de Janeiro dejó en claro que el futuro de la natación nacional está en buenas manos —y en brazadas firmes—.
